lunes, 27 de mayo de 2013

Agrofinanzas (1, de varias): Planificar la empresa agropecuaria


La relación del agro con las finanzas es obvia, pero a la vez, no es sencilla su aplicación práctica la cual requiere "entendimiento" y esfuerzos. Conocido es que el objetivo del productor agrícola es la maximización del valor de su producción sujeto a las restricciones temporales de venta para cubrir gastos, es decir, vender su cosecha al mejor precio posible mientras no esté obligado a desprenderse de sus granos por el hecho de necesitar dinero.

La actividad agrícola extensiva posee la particularidad de que la demanda se podría considerar infinita, es decir, que lo que produce se asegura de poder venderlo. Por lo que existen dos factores que condicionan los resultados de la actividad: el volumen de producción y los precios.

El primer aspecto, producción, está básicamente afectado por el clima y por los paquetes tecnológicos utilizados. Existen mecanismos para compensar el clima, como los seguros multiriesgo o lo más generalizado, los seguros contra granizo (sobre el tema seguros y la "cooperación" entre productores volveremos en futuras notas).

El segundo factor, preciosdepende de "fundamentales" (elementos de la economía que afectan de manera directa la cotización de los granos. Ejemplos: demanda y oferta de granos, la cotización del dólar, precios de sustitutos (como el petróleo -visto desde el punto de las bioenergías) y la tasa de interés internacional de referencia (tasa de los bonos de EE.UU.), como los más relevantes. Pero a su vez, también está influenciado por los especuladores que encuentran oportunidades para invertir en los mercados de commodities y entonces, afectan los precios al alza (cuando compran) o a la baja (cuando se salen del mercado). Esto ocasiona que los precios de los commodities tengan una volatilidad que aumenta el riesgo de la actividad agropecuaria.
Sobre las cambiantes cotizaciones de los granos también se puede actuar. Ello es posible mediante el uso de la planificación financiera y cobertura lo cual brinda previsibilidad, es decir, reduce en algún grado la incertidumbre futura. Brevemente, planificar significa pararse en un momento del tiempo, estimar la cantidad de hectáreas a trabajar y las actividades a realizar (ya sea agrícolas, ganaderas, lecheras), ver los insumos asociados a ellas, ver cuanto sale realizar cada una-tanto por hectárea como para el total del planteo productivo- y distribuir los gastos resultantes en un período de tiempo estimado (un mes, un semestre, un año, siempre se debe definir el horizontes temporal) para de esa manera armar lo que se conoce como presupuesto de caja o flujo de caja.

Una vez obtenidos los montos a erogar en cada mes, se pueden simular distintas estrategias que nos den precios tentativos de venta, y de esa manera, calcular la cantidad de toneladas de cada cultivo que serán necesarias vender para cubrir los gastos. Las distintas estrategias se componen del uso de contratos de futuros, forward y opciones -call y puts- (se hablará sobre ellas en las próximas entradas).

El objetivo de planificar es estimar los déficits o superávits financieros (es decir, si me va a alcanzar con lo que produzco y en el caso de sobrarme producción, de cuánto va a ser aproximadamente), brindando mayor margen de maniobra para la búsqueda de fondos o el análisis de inversiones, no sólo en la actividad agrícola, sino en nuevas oportunidades que puedan aparecer.