jueves, 30 de mayo de 2013

¿Qué pasa en el mercado del trigo?

Entender la actual situación del mercado triguero, implica no solo ver el "corto plazo" sino hacer un poco de "revisionismo" histórico. Responder a la preguntas ¿por qué el trigo cotiza más que la soja? y ¿nos estamos quedando sin trigo? implica analizar no solo la producción, industrialización y exportación de la última campaña, sino también de las anteriores.

Arrancando por el corto plazo, en la última campaña triguera se sembraron entre 3,1-3,4 millones de hectáreas (la más baja en la historia) y dado que las condiciones climáticas no fueron las mejores, el rendimiento nacional se ubicó en torno a los 2.900 kilogramos por hectárea, lo que da una producción de entre 9 y 9,8 millones de toneladas. Este nivel es bajo y se encuentra entre los peores registros de los últimos veinte años.

Ahora es preciso ver cuanto trigo es necesario en el país. En promedio, en los últimos cinco años se han destinado a molinería 6,3 millones de toneladas (a razón de 530 mil toneladas al mes)  con las cuales se producen alrededor de 4,7 millones de toneladas de harina (por cada tonelada de trigo, sale 0,75 tonelada de harina). Es decir, Argentina consume (transforma) 6,3 millones de trigo. Sin embargo, es pertinente aclarar que del total de harina producida, no todo se consume, sino que hay una parte que se exporta -la cual ha ido en aumento en los últimos años pasando del 14,8% del total de harina producida en 2005 al 20,6% en 2012. Este comportamiento sin dudas fue favorecido por las trabas del gobierno a la exportación del grano del trigo a través de lo que se conoce como ROEs (Registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior de productos agrícolas), lo cual generó bajos precio internos para el grano que los molinos aprovecharon (aunque también sufrieron congelamientos de precios, pero que al poder introducir elementos diferenciadores en las harinas pudieron  evitarlos en parte), lo cual incentivó un mayor consumo de harina per capita en el mercado doméstico, y a su vez, un crecimiento de la exportación. Sin embargo, la intervención gubernamental, desalentó a los productores a la producción de trigo, como quedó demostrado.

Teniendo en cuenta el monto destinado al consumo interno, el saldo exportable de la última campaña quedaría en 2,7 y 3,5 millones de toneladas. Bajo este escenario parecería no haber complicaciones hasta la próxima campaña porque el comercio exterior es manejado por el gobierno. Pero ante la fuerte escalada de precios, queda a la vista que la situación no es así, por lo que surge un interrogante sobre ¿quién tiene el trigo?

Para responder a esa pregunta, es necesario analizar un poco los dos últimos años de intervenciones del gobierno: en los años 2011 y 2012, hubo niveles de producción aceptables que generaron un saldo exportable aproximado de 9,6 y 7,8 millones, respectivamente. Frente a estos buenos resultados, el gobierno en 2011 aprobó 7,4 millones de toneladas para la exportación (lo cual permitió incrementar los stocks); pero en 2012 aprobó 12,2 millones (superior a los 7,8 millones de toneladas de saldo exportable), lo cual llevó a que se venda el stock existente que pasó de 5,1 millones de toneladas al inicio de la campaña, a 1,4 millones.

Es decir, el año previo el Estado pautó el incremento de ROE's con un objetivo fuerte que era incrementar la producción de trigo para captar más dólares de la exportación. Pero esa medida, claro está, no incentivó la siembra sino que produjó una fuerte caída en los stocks nacionales.

La cuestión que deriva en la situación actual, es que existen 5,3 millones de ROE's aprobados en 2012 que vencen entre junio y diciembre de este año, por lo que los exportadores el año pasado han comprado para abastecerse y poder cumplir sus obligaciones hoy. Frente a este panorama, durante 2013 solo se han aprobado 34.760 toneladas.

Entonces, ¿cómo se distribuyen las compras de la actual campaña? Según datos al 15 de mayo, en total se han comprado 7,3 millones de toneladas, de las cuales 5 millones han sido por parte de la exportación y 2,3 millones por la industria. Entonces, estaría quedando en manos de los productores aproximadamente 2 millones de toneladas. 

En vista de estos números, los 2,3 millones comprados por la industria alcanzarían -según el ritmo de molienda promedio de 2013 de 465.279 toneladas al mes, inferior al de los últimos 5 años- para 5 meses. Es decir, por la fecha de los datos publicados, la molinería estaría con insumos aproximados para  menos de un mes más de molienda. Este hecho responde a la primer pregunta del artículo ¿por qué el trigo cotiza más que la soja?, básicamente porque la industria no tiene insumos por lo que salen a ofrecer mayores precios. 

Pero para responder a la segunda pregunta ¿nos estamos quedando sin trigo?, es necesario hacer un cálculo adicional. Si los productores venden los 2 millones aproximados que tienen en sus manos, habría volumen para 4 meses y medio, por lo que si consideramos que los molinos tienen trigo hasta fines de junio y  esos meses que se agregan con lo que vendan los productores, en noviembre la disponibilidad de trigo estaría en duda

Las tres alternativas que posee el gobierno (que algunas se van a utilizar de manera conjunta) es utilizar la coerción y obligar a los exportadores a vender localmente parte de las 2 millones de toneladas que aún tienen sin embarcar; restringir las exportaciones de harina (aunque aún ahi necesitaría de la venta de trigo de los exportadores); o, importar trigo (a los precios actuales, se estaría consiguiendo trigo de afuera más barato que el interno). Lo más probable es que el gobierno avance en una mezcla de las dos primeras medidas.

Entonces, analizado el panorama de que existe trigo y que de mediar las "políticas" necesarias no se produciría desabastecimiento, el otro factor a tener el cuenta es el precio que se va a pagar por el. Probablemente hasta que se establezcan cuál será el camino a seguir por el gobierno, los precios sigan altos para poder acceder a la materia prima. Recién se estaría descomprimiendo la situación cuando empiece a entrar la nueva cosecha en diciembre, siempre que no medie alguna política de control de precios del Estado.

Este caso, sumado al ya conocido de la carne bovina, demuestra lo que pueden provocar las malas intervenciones en determinados mercados. Vale tener en cuenta que el reintegro de las retenciones al trigo a los productores a través del fideicomiso (Detalles del fideicomiso para el trigoRepercusión para el productor de la devolución) fue una medida pensada más desde la óptica de la necesidad de dólares (y caja), que de la necesidad de trigo, porque de haber primado la segunda opción la medida hubiera sido más directa para generar un mayor incentivo en los productores dado que la intención de siembra para la campaña que está arrancando es de 3,9 millones, si bien superior a su antecesora, aún bajo en relación al histórico.


lunes, 27 de mayo de 2013

Agrofinanzas (1, de varias): Planificar la empresa agropecuaria


La relación del agro con las finanzas es obvia, pero a la vez, no es sencilla su aplicación práctica la cual requiere "entendimiento" y esfuerzos. Conocido es que el objetivo del productor agrícola es la maximización del valor de su producción sujeto a las restricciones temporales de venta para cubrir gastos, es decir, vender su cosecha al mejor precio posible mientras no esté obligado a desprenderse de sus granos por el hecho de necesitar dinero.

La actividad agrícola extensiva posee la particularidad de que la demanda se podría considerar infinita, es decir, que lo que produce se asegura de poder venderlo. Por lo que existen dos factores que condicionan los resultados de la actividad: el volumen de producción y los precios.

El primer aspecto, producción, está básicamente afectado por el clima y por los paquetes tecnológicos utilizados. Existen mecanismos para compensar el clima, como los seguros multiriesgo o lo más generalizado, los seguros contra granizo (sobre el tema seguros y la "cooperación" entre productores volveremos en futuras notas).

El segundo factor, preciosdepende de "fundamentales" (elementos de la economía que afectan de manera directa la cotización de los granos. Ejemplos: demanda y oferta de granos, la cotización del dólar, precios de sustitutos (como el petróleo -visto desde el punto de las bioenergías) y la tasa de interés internacional de referencia (tasa de los bonos de EE.UU.), como los más relevantes. Pero a su vez, también está influenciado por los especuladores que encuentran oportunidades para invertir en los mercados de commodities y entonces, afectan los precios al alza (cuando compran) o a la baja (cuando se salen del mercado). Esto ocasiona que los precios de los commodities tengan una volatilidad que aumenta el riesgo de la actividad agropecuaria.
Sobre las cambiantes cotizaciones de los granos también se puede actuar. Ello es posible mediante el uso de la planificación financiera y cobertura lo cual brinda previsibilidad, es decir, reduce en algún grado la incertidumbre futura. Brevemente, planificar significa pararse en un momento del tiempo, estimar la cantidad de hectáreas a trabajar y las actividades a realizar (ya sea agrícolas, ganaderas, lecheras), ver los insumos asociados a ellas, ver cuanto sale realizar cada una-tanto por hectárea como para el total del planteo productivo- y distribuir los gastos resultantes en un período de tiempo estimado (un mes, un semestre, un año, siempre se debe definir el horizontes temporal) para de esa manera armar lo que se conoce como presupuesto de caja o flujo de caja.

Una vez obtenidos los montos a erogar en cada mes, se pueden simular distintas estrategias que nos den precios tentativos de venta, y de esa manera, calcular la cantidad de toneladas de cada cultivo que serán necesarias vender para cubrir los gastos. Las distintas estrategias se componen del uso de contratos de futuros, forward y opciones -call y puts- (se hablará sobre ellas en las próximas entradas).

El objetivo de planificar es estimar los déficits o superávits financieros (es decir, si me va a alcanzar con lo que produzco y en el caso de sobrarme producción, de cuánto va a ser aproximadamente), brindando mayor margen de maniobra para la búsqueda de fondos o el análisis de inversiones, no sólo en la actividad agrícola, sino en nuevas oportunidades que puedan aparecer.

lunes, 13 de mayo de 2013

Se publicó en el Boletín Oficial la devolución de las retenciones al trigo

En el día de hoy (13 de mayo) se publicó en el boletín oficial las disposiciones referentes a la devolución de las retenciones al trigo. Los puntos que hay que saber son:

- Constitución de un FIDEICOMISO  (administra NACION FIDEICOMISOS S.A.),conformado por el monto de las retenciones al trigo y sus derivados.

-El plazo de vigencia será hasta 2015, pudiendose prolongarse por un plazo máximo de hasta 30 años.

-El monto se distribuirá  a los productores en forma proporcional a la producción declarada por cada uno de ellos ante la UNIDAD DE COORDINACION Y EVALUACION DE SUBSIDIOS AL CONSUMO INTERNO (UCESI -ex ONCCA) al cierre de la campaña.

-El reintegro a los productores se hará a través del CERTIFICADO DE ESTIMULO A LA PRODUCCION AGROPECUARIA ARGENTINA (CePaGa)

-El CePaGa (habrá que ver si honran las siglas o si se "cantan" de risa desde el inicio) será emitido por la UCESI quién determinará las características del certificado.

-Hipótesis de como llegaría el dinero al productor:
   1-Lo que diría el sentido común: que se utilice el CePaGa para afrontar impuestos nacionales, más allá de la pérdida de poder de compra del productor por el paso del tiempo, se aseguraría de poder utilizarlos.

  2-Lo más probable: BUROCRACIA. Que se paguen vía reintegros (esto incentivaría en menor forma que la medida anterior la siembra de trigo).

A lo largo de su mandato el gobierno ha priorizado los reintegros (leche, feed lot, harina), por eso la opción 2- parece la más probable. Pero, consecuencia de la desconfianza del productor hacia ellos, esa medida no generaría el impulso en el área sembrada que se espera.

Si urge más la necesidad de dólares, la opción 1- aumenta sus chances -pero siguen siendo menores que la medida 2-, pero se enfrenta a la negativa de que daría menos margen de"maniobra" al gobierno para financiarse.

Hay que tener en cuenta que el Fideicomiso se va a ir armando de dinero a medida que los exportadores exporten, valga la redundancia, por lo que es probable que se tengan que determinar fechas de cortes (abril y octubre parecerían ser), en las cuales se vea cuanta plata hay en el fideicomiso, y se confeccionen los CePaGa según lo que cada productor declaró.

-Se constituye un CONSEJO DE FISCALIZACION integrado por a) TRES (3) representantes de la CAMARA DE LA INDUSTRIA ACEITERA DE LA REPUBLICA ARGENTINA (CIARA) y del CENTRO DE EXPORTADORES DE CEREALES (CEC). b) DOS (2) representantes de la ASOCIACION DE COOPERATIVAS ARGENTINAS (ACA). c) DOS (2) representantes de AGRICULTORES FEDERADOS ARGENTINOS (AFA). d) DOS (2) representantes de la CAMARA ARGENTINA DE PRODUCTORES Y EXPORTADORES DE CEREALES Y OLEAGINOSAS (CAPECO). e) UN (1) representante de la FEDERACION ARGENTINA DE LA INDUSTRIA MOLINERA (FAIM) para brindar asesoramiento al fiduciario en lo que resulte necesario para el correcto cumplimiento de lo dispuesto en la presente medida, así como controlar y fiscalizar la implementación y el funcionamiento del Fideicomiso.

Ahora se debe esperar a la descripción del instrumento CePaGa que hará la UCESCI, lo cual debería ser no muy lejos en el tiempo (quizás dentro de los próximos 30 días). Lo mejor que podrían hacer es otorgar transparencia a la medida, si realmente se pretende aumentar la producción triguera de Argentina.



miércoles, 8 de mayo de 2013

Política Agrícola de los países desarrollados

Comparto un video que me pasó el economista Leonardo Faner, donde Xavier Sala-i- Martín explica rápidamente, y simplificando mucho, las políticas agrícolas en EE.UU, la Unión Europea y Japón.

¿Cómo funcionan las políticas agrícolas de los países desarrollados?

Esto contrasta con las políticas que se llevan -y han llevado a cabo- en Argentina en el último siglo. Donde las políticas en la mayoría de los años han sido de desprotección para el sector agropecuario, es decir, que tanto las políticas comerciales directas (retenciones, controles de precios, intervención en el mercado comercial) como las indirectas (política cambiaria, principalmente) han perjudicado la rentabilidad del sector, en pro de beneficiar a otros.

Este comportamiento es posible gracias a las vastas tierras fértiles que posee Argentina (donde casi existe una hectárea productiva per cápita) y a la alta productividad de los productores rurales. Sin embargo, esto no está exento de peligros, dado que para poder mantener rentabilidades aceptables, es necesario ajustar costos y en la mayoría de los casos, se opta por disminuir la dosis de fertilizantes, lo cual deja con saldos negativos a la tierra en cuanto a la reposición de los mismos. Y por otro lado, la frontera agrícola se puede seguir expandiendo pero a tasas mucho menores que las de comienzo de década y hacia zonas más marginales, por lo que sería necesario mejorar la genética y la infraestructura para que los costos de comercialización no vuelvan al área prohibitiva (si bien la mayor distancia al puerto favorece el agregado de valor en origen, es necesario mejorar la infraestructura -energía, logística, comunicación, principalmente- para ser competitivos).

Acá les dejo un trabajo presentado en la Asociación Argentina de Economía Agraria donde se estiman las tasas de protección al sector agropecuario desde 1930, no se pierdan los resultados: Tasas de protección agrícolas

martes, 7 de mayo de 2013

Modificación en el régimen de retenciones al Trigo

En el día de ayer (06 de mayo de 2013) la presidente Cristina Fernández anunció la devolución de las retenciones al trigo y la harina a los productores agropecuarios. Actualmente la alícuota es del 23% sobre el precio FOB de exportación para el grano y del 13% para la harina.

El objetivo de la medida es impulsar la siembra de trigo para generar un mayor saldo exportable -la producción por encima de las 7 millones de toneladas que son las que se consumen en el mercado interno se podría exportar- para de esa manera aumentar los dólares que ingresen al país.

La implementación  de la medida no es la mejor, debido a que no se eliminan las retenciones, sino que los exportadores deben depositar el monto de las retenciones en un fideicomiso en el Banco Nación, que será de administración pública-privada y luego se "devolverá" a los productores. Luego, ese fondo será dividido por el total de la producción, lo cual da como resultado un monto adicional por tonelada que será entregado a los productores según la cantidad que cada uno haya declarado. Un ejemplo se muestra abajo:



TRIGO
superficie (ha):              4.000.000,0
rendimiento (tn/ha):       3,8
producción (tn):             15.200.000,0
consumo (tn):                7.000.000,0
exportación (tn):            8.200.000,0
precio (US$):                 275,0
alícuota (%):                  23,00%
Retención (US$):           518.650.000,00
Aumento precio (US$):34,1
Precio productor (US$):220   
Precio modificado (US$):254,1
Aumento % del precio:15,5%


La intención es que los compradores internos sigan adquiriendo el precio con un descuento mínimo equivalente a las retenciones para evitar mayor presión inflacionaria. Es decir, se busca mantener el precio del pan "barato", aunque los hechos han demostrado que no ha funcionado en los últimos años. Aunque de fondo, la razón principal radica en la necesidad de mayor cantidad de divisas para el Gobierno, y el trigo se ha convertido en una oportunidad, aunque insignificante para los volúmenes que se manejan. Por cada hectárea adicional que se siembre, y habiendo superado el volumen destinado al mercado doméstico, ingresarían al país alrededor de US$1.200, en un millón de hectáreas serían US$ 1.200.000.000

Lógicamente este mecanismo genera dudas y suspicacias sobre la correcta manipulación del fondo, dada las malas experiencias en cuanto a los reintegros que se tienen en Argentina. Pero como dato positivo, se debe destacar que se abrió el debate sobre las retenciones y la medida en si, sujeta a su ejecución, es una mejora para la rentabilidad trigo.




lunes, 6 de mayo de 2013

Innovación, la clave para el desarrollo

Les dejo un artículo que escribí para el Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos:

Frente a un nuevo contexto demográfico internacional, Argentina posee las competencias humanas y los recursos naturales para aprovechar las circunstancias y constituirse como un gran productor de bienes y servicios.


El clérigoThomas Malthus postuló que la población aumenta a una tasa geométrica, es decir -y relajando la rigurosidad matemática-, crece representando una curva que con el paso del tiempo se vuelve más empinada; por su parte, la oferta de materias primas lo hace a un ritmo aritmético reflejando una suave tendencia lineal ascendente. Simplificando, su tesis –situada con una visión de largo plazo-es que la población se expande más rápido que la producción de alimentos, lo cual obligaría al surgimiento de “reductores” de la población, ya sean naturales -como plagas- o artificiales -como guerras-, para evitar la sobreutilización y depredación de recursos. Sin embargo, Malthus escribió en el siglo XIX y desde esa época hasta la actualidad, la población ha aumentado en más de 5.200 millones, habitando hoy el mundo aproximadamente 7.000 millones de personas. ¿Cómo fue eso posible? Fruto de la innovación conducida a través de investigaciones.


Durante el siglo XX se pudo evidenciar un salto tecnológico vertiginoso, que fue acelerándose conforme avanzaban los años. Lógicamente estos nuevos descubrimientos estuvieron orientados a productos y posteriormente se fue avanzando en procesos, siempre con el objetivo de incrementar la productividad: más productos con los mismos recursos, o igual cantidad de productos pero con menor uso de insumos. Estos desarrollos abarcaron diversos ámbitos de la vida humana como transporte, comunicación, vestimenta, entretenimiento, salud y alimentos, entre otros.
Estos avances, particularmente en medicina y alimentación, posibilitaron extender la esperanza de vida de las personas, desde los 46 años en 1950, a los 68 años en 2010. Asimismo, esto llevó, por un lado, a un envejecimiento de la población principalmente en aquellos países más desarrollados y con tasas de crecimiento natural-o vegetativo- (nacidos vivos menos fallecimientos) bajas, resultando en aumento de la población pasiva en relación a los trabajadores activos; pero por otro lado, favoreció a países emergentes y en desarrollo a disminuir sus tasas de mortalidad.
Este nuevo contexto demográfico caracterizado por mayores esperanzas de vida, una pirámide poblacional en los países desarrollados ensanchándose hacia la cima y con países emergentes creciendo en número de población e ingresos per cápita, genera preocupación sobre el abastecimiento de materias primas hacia futuro. Un tópico sobre el que se volvió a hacer foco luego de la escalada de precios de los commodities a mediados de 2008.
Combustible fósiles, metales, minerales, granos, madera son recursos naturales cruciales para el desarrollo de los países. Muchos de los cuales no son renovables, como los combustibles fósiles, metales y minerales, pero en el caso de los granos y madera, se pueden regenerar pero eso no los libera de las presiones demográficas sobre una superficie que es constante.
Consecuentemente es necesario adelantarse a estas restricciones para que en el futuro no surjan problemas más graves. Aunque en los países desarrollados la concientización sobre estos aspectos es superior a la de los emergentes, no deja de ser una oportunidad para un país como Argentina con escasa población pero vastos recursos naturales. Entonces el punto central, es acelerar la innovación. Los campos de aplicación son extensos y variados, pudiendo citarse desde el cuidado del agua, pasando por la salud, hasta llegar a la actividad agropecuaria, entre otros.
El último sector mencionado, por citar un ejemplo, presenta un alto potencial. Los motivos: primero, su alta productividad; segundo, la creciente demanda mundial de alimentos; y en tercer lugar, la disponibilidad de recursos. Esto favorece la investigación y desarrollo en toda la cadena, con acciones destinadas a la mejora genética de las semillas, de los procesos de manejo de pre y post-cosecha, mayor inclusión de TIC’s, aumento del valor agregado pero no sólo transformando granos, sino que se debe trabajar en activos intangibles como desarrollo de marca país, mejora en las técnicas de packaging, estrategias comunicacionales, trazabilidad, entre otras. Esto obliga a implementar procesos abiertos de innovación –reconociendo talentos dentro y fuera de la organización- así como también cruzados, basados en las colaboraciones sectoriales, organizacionales, tecnológicas y geográficas. Y al igual que dentro del sector agroindustrial, existen otros con vasto potencial como turismo, minero, etc. ávidos de incrementar su producción mediante la implementación de innovaciones.
En conclusión, frente al nuevo contexto demográfico internacional, en el cual se destacan los países emergentes con China e India como referentes aumentando no sólo su población, sino los ingresos de la misma, Argentina posee las competencias humanas y los recursos naturales para aprovechar las circunstancias y convertirse en un gran productor de bienes y servicios, apelando a la innovación para sumar valor y no quedarse en estrategias simples generadoras de escasa riqueza.

Acá les dejo el link: Innovación la clave para el desarrollo