miércoles, 7 de enero de 2015

Otra vez el trigo en "problemas"

Decir que "otra vez" el trigo está en problemas, es simplificar el escenario. La verdadera frase es "otra vez metieron al trigo en problemas". Este desmanejo ya viene desde 2007 y tuvo tu pico de desconcierto, cuando en 2013 la tonelada de trigo llegó a valer US$ 400 la tonelada.

El gran problema de esta política es que no genera efectos positivos para el país en su totalidad, sino que transfiere renta desde los productores hacia el eslabón que puede comprar el trigo barato y después venderlo a un precio superior, especialmente los exportadores. Pero esto no es un acuse de recibo entre eslabones de una cadena (porque los exportadores también tienen que responder a arbitrariedades por parte del gobierno, como la exigencia de liquidar US$ 5.700 millones en el último trimestre del año, adelantando no solo ventas del año venidero, sino también el impuesto de las retenciones), lo que muestra es que las intervenciones estatales en los mercados son generalmente ineficientes y generan amplias arbitrariedades que perjudican generalmente al que posee menor poder de nogociación.

Efectos de estas políticas son conocidos:


  • Caída del área sembrada desde 6,3 millones en 2005 a 4,2 millones en la ultima campaña: eso implica US$ 600 millones menos en insumos y labores.
  • Caída promedio en la producción de 6,5 millones: eso implica en promedio US$1.300 millones menos por la exportación del grano en bruto por año. De los cuales cerca de US$300 millones irían al gobierno en concepto de retenciones. Además representa alrededor de 215.000 viajes menos de camión al puerto por año (esto supone que toda la producción se exportaría), lo que en promedio (y sumando otros gastos de comercialización) da un valor de US$175 millones de dólares que se dejan de generar por las malas políticas.
  • Las exportaciones de harina, que en parte habían sido favorecidas por "dumping" (los molinos conseguían el precio más barato que lo que debería valer) venían en aumento, pero debido a la escasez de trigo en 2013 cayeron a 279.692 toneladas, el registro más bajo según la serie que publica FAIM y que arranca en 2004.
  • Y demostrando la ineficiencia de la medida: el precio del pan aumentó desde el comienzo de la intervención alrededor del 900%.
Estos datos demuestran que la intervención priva a todos los eslabones de mejorar la eficiencia de la cadena, incluso al mismo gobierno. Por lo cual, más allá de que ya mucho se ha escrito, la eliminación de los cupos a la exportación para las cadenas agroindustriales es fundamental porque no genera ningún beneficio.

Y en lo que acontece a la actualidad, la brecha entre el precio externo y doméstico del trigo es del 40%, por lo cual, para aquel que tenga trigo, lo mejor va a ser esperar para venderlo, con la desventaja que este año viene llovedor, por lo que es un desafío para aquel que lo guarde en silobolsa. Frente a este escenario, los precios internacionales parecen mostrarse mantenidos en los valores actuales, pero cualquier mejora no se va a traducir de manera directa en un beneficio para el productor.